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Carlos Fornes preside la recién creada Asociación de Derecho Sanitario de la Comunidad Valenciana. Una organización que persigue, como objetivo prioritario, reducir la litigiosidad en la práctica sanitaria mejorando la relación entre paciente y profesonal. Su receta, incidir en la formación de los profesionales que de una u otra manera se relacionan con el sector y, sobre todo, apostar por la comunicación entre unos y otros. En esta entrevista aborda la situación actual del sector y se presenta como próximo articulista de la edición valenciana de ABC.es, donde publicará una columna quincenal para analizar el estado de la sanidad valenciana desde todos los puntos de vista posibles.

-¿En qué consiste la asociación de Derecho Sanitario?

-La hemos creado con el objetivo de favorecer a la sociedad valenciana, contando con los profesionales sanitarios y luego con los pacientes. Aunque todos somos pacientes alguna vez, los profesionales, los magistrados… Aunque hay una magnífica profesionalidad en el sector, hay varios pilares que debemos incentivar, no para mejorar la calidad asistencial, que es muy buena, sino para disminuir el número de reclamaciones: que el paciente se sienta satisfecho porque se han observado sus derechos, como por ejemplo a la historia clínica, a recibir toda la información… Si somos capaces de conjugar todo esto disminuiremos las reclamaciones. Y luego nuestro segundo objetivo es la formación, formar a los profesionales. Y hablo de abogados y de médicos, o peritos, y también en la magistratura. Entre todos podemos conseguir ese objetivo.

-¿La asociación esta formada fundamentalmente por abogados especializados en derecho sanitario?

-No, no. Yo soy abogado, pero mi vicepresidente es médico, la secretaria de la junta también, tenemos un magistrado en excedencia… Unimos los dos puntos de vista. Y estamos percibiendo mucho interés por parte de los profesionales médicos para formar parte de la asociación. Creo que porque estábamos huérfanos de una asociación de este tipo.

-¿Genera mucha litigiosidad la práctica de la medicina?

-Bueno, genera litigiosidad. Aunque el nivel profesional es excelente. Pero hay unos derechos para el usuario y unas obligaciones para el profesional, regulados por la Ley 1/2003. El 70% de las reclamaciones son fruto de la falta de información. No por una mala praxis, sino porque no se ha informado del resultado. De todas formas, con la crisis y la implantación de las tasas judiciales también ha bajado la litigiosidad.

-¿Este es un campo en el que se pueda aplicar la mediación para descongestionar los juzgados?

-Bueno, existe el servicio en el Colegio de Abogados. Pero es complicado, porque las compañías de seguros, que son las que indemnizan al paciente en nombre del profesional, esperan que sea un juez el que les obligue a pagar. Yo creo que en este sector, la mediación no está teniendo el resultado que se esperaba. Es mi opinión personal.

-Habló recientemente con la presidenta del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, Pilar de la Oliva, de su objetivo de reducir el número de reclamaciones.

-Ella me lo pidió encarecidamente. Se mostró encantada con nuestra asociación porque están colapsados. ¿Cómo podemos contribuir a reducir las demandas? Pues con encuentros, jornadas en las que participen profesionales, magistrados… ella se brindó. De hecho tenemos unas jornadas en septiembre a las que acudirá el presidente de la Sala 3ª de lo Contencioso. Hay que cumplir con cuatro cuestiones básicas: una buena historia clínica, la información verbal y luego firmada, y la relación de confianza si es posible. La clave es la información, al paciente y a los familiares. El diálogo es fundamental. Y si algo sale mal, que puede suceder, el paciente tiene derecho a saber qué ha pasado. Con diálogo se podrían reducir un 20% las reclamaciones.

-¿Cómo surgió la idea de poner en marcha la asociación?

-Pues es que no existía nada parecido en la Comunidad Valenciana, hay una nacional y otra andaluza. Aquí era necesario unificar criterios, buscar los puntos conflictivos, sobre todo para que el paciente se sienta bien atendido. Es un círculo en el que tenemos que participar todos: pacientes, médicos, abogados y administración.

-Hablaba antes de formar peritos.

-Sí, precisamente acabamos de firmar el convenio con el CEU. En la Sanidad tenemos que tender hacia la especialización, como sucede por ejemplo con la violencia doméstica. Aunque uno sea un magnífico médico, tiene que formarse para ser perito: qué informes utilizar, cómo defenderlo en la sala… Los peritos son claves en los procesos judiciales, y tienen que estar formados.

-Bajo su punto de vista, ¿cuáles son los principales problemas que tiene la sanidad pública en la Comunidad Valenciana?

-Bueno, aunque insisto en que la asistencia es magnífica y que lo que falla a veces es la comunicación entre usuario y profesional, hay que decir que en ocasiones el profesional no tiene los medios necesarios, o están colapsados porque tienen fuera 80 personas y tienen que tomar decisiones sobre la marcha. Aunque la profesionalidad esté fuera de toda duda. Las Urgencias son el espejo de la sanidad, porque es donde se toman las decisiones sobre la marcha, no programadas. Sobre todo ahí es donde hay que dotarse de medios suficientes. Y también la información disminuye por los tiempos con los que trabajan.

-¿Y desde el punto de vista de la gestión?

-Evidentemente todo es mejorable, y la crisis también ha afectado. Hay que ver qué modelos funcionan mejor. Sin decantarme por ninguno, tenemos una magnífica sanidad pública y una necesaria sanidad privada que se complementan. Incluso los hospitales concertados. Para mi, todos son necesarios. No hay que quitarle medios a ninguna de las tres. Las tres opciones son perfectamente válidas y necesarias.

-Su asociación se presentó en sociedad, por así decir, con un comunicado sobre las irregularidades en la cobertura de plazas de interinos en hospitales valencianos. ¿Cómo ven la política que se está aplicando en estos momentos?

-Bueno, realmente llevamos un año del cambio de gestión, no ha habido tiempo suficiente para que se note ni a mejor ni a peor. Pero en este asunto concreto, existen los mecanismos legales y la transparencia en el proceso. Otra cosa es el uso que se hace de la norma. Si se hace un uso irregular, ahí están los tribunales. ¿Esto existía de antes? Probablemente. De hecho, están saliendo los casos, y no descarto que salgan más.

-¿Cómo valoran los nombramientos de las nuevas cúpulas de los departamentos de salud y los hospitales, con dos docenas de casos de dirigentes del PSOE entre los designados?

-Déjeme decir que nuestra asociación es totalmente apolítica. Dicho eso, esto es precisamente lo que antes se criticaba, y ha existido, va a existir y existirá. De eso no tengo ninguna duda. ¿Es bueno o malo? Ahí no me voy a meter, pero llama la atención que precisamente lo que más se estaba criticando del anterior Gobierno sea lo que se aplique ahora en el mismo sentido.